El 8 de octubre se publicó el Real Decreto 1026/2024, que establece nuevas medidas para garantizar la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI en el entorno laboral. Esta normativa refuerza la Ley 4/2023, cuyo objetivo es proteger los derechos de las personas LGTBI y erradicar la discriminación en el ámbito profesional. Si tu empresa cuenta con más de 50 personas, este decreto te afecta directamente, y es fundamental conocer sus implicaciones para cumplir con la ley y fomentar un entorno inclusivo.
Claves del Real Decreto 1026/2024
- Obligatoriedad para empresas con más de 50 empleados
Las empresas con una plantilla superior a 50 personas estarán obligadas a implementar un conjunto de medidas para garantizar la igualdad real y efectiva de las personas LGTBI. Esta responsabilidad también se extiende a las personas trabajadoras temporales.
- Protocolo contra el acoso y la violencia
Las empresas deberán establecer un protocolo específico para prevenir y actuar ante situaciones de acoso o violencia, que será aplicable no solo a los empleados, sino también a candidatos en procesos de selección, proveedores, clientes y cualquier persona que interactúe con la empresa. Es un paso clave para fomentar un entorno de trabajo seguro y respetuoso.
- Formación obligatoria para toda la plantilla
Otro de los pilares de este Real Decreto es la formación. Las empresas deberán incluir módulos formativos sobre los derechos LGTBI, con especial enfoque en la igualdad de trato y la no discriminación. Esta formación será obligatoria para toda la plantilla, asegurando que cada persona conozca y respete los derechos de todo el equipo.
- Plazos para la implementación
Las empresas deberán formar una comisión negociadora dentro de los tres meses posteriores a la entrada en vigor del Real Decreto. Si no se alcanza un acuerdo con la representación de las personas trabajadoras en los seis meses siguientes, se aplicarán, como mínimo, las medidas recogidas en el propio Real Decreto.
Cumplir con esta nueva normativa es importante porque además de evitar posibles sanciones, es una oportunidad para construir una cultura empresarial inclusiva. Las organizaciones que promueven la diversidad y la igualdad de oportunidades no solo cumplen con la ley, sino que también mejoran su reputación, aumentan el compromiso del equipo y atraen talento diverso.
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