La ciberviolencia o violencia digital contra mujeres y niñas a través de las redes sociales representa un obstáculo cada vez mayor para poder acceder de forma segura a las comunicaciones e informaciones del entorno online.
Este tipo de violencia puede tener diversas manifestaciones, en las que se difunde sin consentimiento datos e imágenes personales de la víctima o se llevan a cabo amenazas, humillaciones, acoso, difamaciones y ataques contra la libertad de expresión de las mujeres.
¿Qué tipos de violencia en redes existen?
Con motivo del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y para concienciar sobre la importancia de la seguridad en el medio online, es importante identificar las principales formas de violencia hacia las mujeres y niñas que quedan expuestas en Internet.
1. Violencia online de pareja o expareja
Control de las redes sociales, apropiación de contraseñas, envío de mensajes, difusión de información comprometida, insultos y amenazas… Este tipo de violencia puede definirse como el conjunto de comportamientos reiterados con el objetivo de controlar o causar daño a la pareja o a la expareja.
Se nutre de otros tipos de violencia digital. Además, es muy probable que quien sufra violencia física lo haga también online.
2. Happy slapping
La “bofetada feliz” es un término que nació en Reino Unido en 2005 y que se ha extendido en los últimos años. Consiste en grabar una agresión (verbal, física o sexual) para difundirla posteriormente a través del medio online, como una red social, una página web o una conversación por el móvil.
El objetivo de esta agresión, previamente planificada, es conseguir popularidad y viralidad. En más del 60% de los casos el agresor es una persona de confianza, que lo percibe como un juego.
3. Exposición de material sexual de forma involuntaria
Es un fenómeno muy común en redes sociales, donde los agresores se esconden a través de perfiles falsos para enviar material sexual sin consentimiento a mujeres y adolescentes.
En ocasiones también es posible que el contenido sea enviado por un familiar o amigo mediante un chat o utilizando un dispositivo para obligar a mirar. En este caso, nos encontraríamos ante una forma de exhibicionismo.
4. Sextorsión (Sexo y extorsión)
Este tipo de violencia ocurre cuando el agresor amenaza con publicar información personal o contenido audiovisual de carácter sexual que involucre a la víctima. Este tipo de chantaje puede durar desde horas hasta meses o años.
El agresor puede ser tanto una persona desconocida como conocida. Se estima que en un 25% de los casos, es decir, 1 de cada 4, el responsable es la pareja o expareja, ocurriendo por primera vez a la edad de 14-15 años.
5. Sexting sin consentimiento
El sexting se utiliza para denominar el intercambio de material o mensajes de contenido sexual a través del medio online. El término es la contracción de la palabra sex y texting (sexo y envío de mensajes).
Esta práctica en sí misma no es una forma de violencia. Sin embargo, el problema da comienzo cuando el contenido es compartido a otras personas sin que se haya dado consentimiento.
6. Ciberbullying
El ciberbullying es una forma de acoso a través del medio digital que consiste en la reiteración de comportamientos intimidantes, de hostigamiento y exclusión social mediante mensajes e imágenes, con el objetivo de dañar, humillar e insultar a la víctima.
El ciberacoso es una extensión del bullying tradicional, prolongándose más en el tiempo por la viralización del contenido. Además, se estima que el 60% de las niñas y adolescentes han vivido alguna experiencia de acoso online.
7. Incitación a conductas nocivas
En la red existen plataformas que buscan promocionar determinados comportamientos dañinos, como los trastornos alimenticios o la autolesión, mediante consejos sobre cómo llevar a cabo estas actuaciones, por ejemplo.
Las mujeres y niñas pueden verse afectadas por los contenidos descubiertos a través de este medio y su exposición puede afectarles a su salud e integridad física.
8. Online Grooming
El acoso y abuso sexual online es un delito en el que una persona adulta (agresor) contacta a través de internet con un menor (víctima) para ganar su confianza e involucrarle en una actividad sexual.
El ciberembaucamiento ocurre aunque los objetivos sexuales no hayan sido alcanzados. Puede ir desde una conversación sobre sexo, a la obtención de material o lograr un encuentro sexual.
9. Sobreexposición de menores en Internet
El sharenting -contracción de share (compartir) y parenting (crianza)- es la práctica en la que los padres exponen la vida de sus hijos a través de contenido digital. Aunque no se trata de un tipo de violencia, es una práctica de alto riesgo, ya que esta exhibición puede tener consecuencias en la vida de las niñas y niños.
En ISB Consultoría velamos por la seguridad de las mujeres, niñas y adolescentes y trabajamos por la erradicación de todo tipo de violencia hacia estos colectivos.