La pandemia del Covid-19 cambió radicalmente el mercado laboral acelerando la digitalización y haciendo emerger nuevos modelos de trabajo que están reinventando el concepto de oficina.

En la lucha de las organizaciones por adaptar sus estructuras físicas a los nuevos modelos de trabajo post-covid, la desigualdad de género en el entorno laboral ha vuelto a cobrar fuerza. Según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre las secuelas del confinamiento, la pandemia ha tenido un impacto especialmente negativo en la lucha por la igualdad de género.

Nuestra experta en igualdad, Janire Villoria, afirma que “el teletrabajo, sin un modelo regulado, está fomentando la perpetuación de las desigualdades de género, en la salud, en la brecha digital existente, en la ocupación de espacios y socialización de las mujeres en el entorno laboral”.  

El teletrabajo amenaza con agravar la desigualdad de género

Un estudio de IESE Business School revela que el 40% de las mujeres y el 21% de los hombres deben cuidar de personas dependientes mientras teletrabajan. Un dato que evidencia el hecho de que las mujeres se ven más afectadas por la dificultad de conciliar trabajo y familia, así como por la corresponsabilidad en la vida familiar. 

Así pues, según el estudio, la brecha de género se mantiene y son principalmente las mujeres las que se encargan del cuidado de personas dependientes (el 80%) y casi la mitad de ellas aseguran sentir un estrés laboral considerable por sus circunstancias personales. La dificultad de conciliar y “tener que compaginar el teletrabajo y los cuidados, ha hecho que las mujeres hayan sufrido secuelas tanto en su estado de salud físico como psíquico”, señala Janire.

Durante el segundo trimestre de 2020, el 21% de las mujeres trabajaron desde casa, mientras que solo un 14% de los hombres lo hicieron. A medida que la tasa de vacunación va aumentando, muchas organizaciones empiezan a adoptar modelos de trabajo híbridos y las oficinas físicas vuelven a ocuparse principalmente por trabajadores hombres.

La experta en igualdad alerta que “las mujeres están dejando de ocupar espacios públicos y de relacionarse laboralmente, para volver a lo privado, su casa”, mientras ellos recuperan sus trabajos con “normalidad”. Así mismo, advierte sobre el riesgo de que este nuevo escenario esté creando un sesgo subconsciente de proximidad a favor de los trabajadores presenciales que puede llevar a los responsables de las empresas a estigmatizar a los que trabajan a distancia (en su mayoría mujeres) y, a su vez, dar un trato preferente u ofrecer mejores oportunidades a las personas que trabajan in situ.

Regular el teletrabajo desde la perspectiva de género

El panorama actual obliga más que nunca a aplicar la perspectiva de género en la implementación del teletrabajo teniendo en cuenta la conciliación y la corresponsabilidad en el hogar.

El teletrabajo ha demostrado ser una herramienta muy eficaz hoy en día. Sin embargo, es necesario establecer un modelo para su regulación que ponga el foco en los siguientes campos:

  • Adecuación de espacios, tiempo y recursos.
  • Adecuación a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
  • Aplicación de la desconexión digital, según lo que establece la Ley de Protección de Datos y Derechos digitales.
  • Cambio de modelo en el sistema de cuidados y doméstico.
  • Sensibilización en materia de conciliación y corresponsabilidad.
  • Perspectiva de género.
  • Semi-presencialidad.

Para poder revertir la tendencia hacia la desigualdad en el entorno laboral, en ISB Consultoría ayudamos a las empresas a implantar Planes de Igualdad que se ajusten a los nuevos modelos de trabajo emergentes. Además del cumplimiento de la ley, contar con un Plan de Igualdad en la organización contribuye a aumentar la productividad, retener el talento y mejorar la reputación de la misma.

Solicita sin compromiso un diagnóstico de situación para analizar si tu empresa promueve la igualdad de trato y oportunidades entre hombres y mujeres en el nuevo escenario laboral que nos ha dejado la pandemia.