Desde el pasado 7 de marzo todas las empresas públicas o privadas que cuenten con más de 50 personas en su plantilla están obligadas a implantar un plan de igualdad, así lo recoge el Real Decreto-ley 6/2019.

El objetivo de esta normativa es acabar con las desigualdades de género en aspectos como la retribución, la promoción interna o el acceso a los puestos directivos y que dan lugar a la perpetuación de la violencia machista.

Dentro de la legislación vigente, el plan de igualdad deberá analizar como mínimo los procesos de gestión en las áreas de selección y contratación, formación, promoción, política salarial y categoría profesional, conciliación y corresponsabilidad, salud laboral, acoso sexual y acoso por razón de sexo, entre otros, con el objetivo de identificar las desigualdades que se estén originando en el entorno laboral.

Aunque la elaboración, ejecución y registro de un Plan de Igualdad es de obligado cumplimiento, solo una de cada tres empresas está aplicando la normativa de igualdad, según muestran los datos recogidos por el Ministerio de Trabajo.

Beneficios de implantar un Plan de igualdad

Implantar un Plan de Igualdad también conlleva una serie de ventajas para la empresa y sus empleados, todas ellas enfocadas a mejorar la organización interna y la productividad de la compañía:

  • Evita sanciones por incumplimiento de la normativa, además de la pérdida a las ayudas y subvenciones.
  • Prioridad en las adjudicaciones públicas: en las propuestas de licitación se da prioridad a las empresas que disponen de un plan de igualdad. Ley Vasca 1/2022 de 3 de marzo.
  • Mejora de la productividad: Las políticas de igualdad deben de estar integradas en la cultura de las organizaciones de cara a trabajar en entornos saludables y libres de violencia. Todo ello se resume en una plantilla más productiva, lo que supone un mayor beneficio para la empresa.
  • Reducción de ausencias laborales: lograr un equilibrio entre la vida personal laboral y familiar estableciendo buenas condiciones de trabajo junto con la mejora en el clima laboral, afectan positivamente en la reducción del absentismo laboral producido en muchas ocasiones por la carga de estrés y ansiedad.
  • Compromiso con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC): estar comprometido con la Responsabilidad Social Corporativa significa que tu organización no solo dispone de un plan de igualdad, sino que lo ha puesto en marcha de manera efectiva y hace un seguimiento y evaluación del mismo, buscando siempre puntos de mejora. Como consecuencia, la imagen de la empresa de cara a las empresas clientes y proveedoras también se ve mejorada, además de contribuir a la consecución de los ODS de la Agenda 2030.